Redacción
Paris, Francia
Pensando siempre en su difunta entrenadora, Barbora Krejcikova fue de no preclasificada a campeona de Grand Slam en el Abierto de Francia. Krejcikova ganó apenas su quinto torneo importante en sencillos al vencer a la 31ra preclasificada Anastasia Pavlyuchenkova 6-1, 2-6, 6-4 en la final de Roland Garros el sábado.
Al finalizar con un revés de Pavlyuchenkova que se fue tras la línea de fondo en el cuarto match point para Krejcikova, una checa de 25 años, ambas fueron a la red y se abrazaron.
A continuación, Krejcikova lanzó besos al cielo, con los ojos bien cerrados, en homenaje a su entrenadora Jana Novotna, campeona en Wimbledon en 1998 que murió de cáncer en 2017.
“Casi sus últimas palabras fueron disfruta y trata de ganar un Grand Slam. Sé que está en alguna parte mirándome”, dijo Krejcikova al público en la cancha Philippe Chatrier, con aforo para apenas 5.000 personas debido a la pandemia de coronavirus.
“Fue una gran inspiración para mí. Realmente la echo de menos”, dijo Krejcikova. “Espero que se sienta feliz”.
Es la tercera campeona femenina no preclasificada en los últimos cinco años en Roland Garros.
Hubo algunos temblores en el primer game el sábado: Krejcikova tuvo dos dobles faltas y perdió su saque.
Pero no tardó en sobreponerse.
Krejcikova dominó con su seco revés a dos manos, las destrezas adquiridas cerca de la red en dobles y un excelente uso de los globitos defensivos. Uno de ellos fue por encima de Pavlyuchenkova y cayó en un rincón para winner que le dio el 1-1. Siguieron seis games corridos que le dieron el primer set.
Pero Pavlyuchenkova reaccionó y se puso en ventaja de 5-1 en el segundo set. Fue entonces que se estiró para un revés, hizo un gesto de dolor y se apoyó en la raqueta para masajearse la pierna izquierda.
En el cambio siguiente se tomó un descanso médico. Un entrenador le trató y vendó la pierna mientras ella permanecía tendida boca abajo sobre una toalla con una bolsa de caramelos al alcance de la mano.
A continuación, Pavlyuchenkova ganó el set. Mientras Krejcikova se tomaba su tiempo en el vestuario antes del tercero, Pavlyuchenkova realizó movimientos de saque para practicar la caída sobre la pierna izquierda.
En el tercero, fue Krejcikova la que estuvo en ventaja. Quebró el saque de Pavlyuchenkova, quien tuvo una doble falta, para el 2-1. A continuación, Pavlyuchenkova quebró su saque con un winner que festejó con un grito, pero la checa recuperó la ventaja de 4-3.
Pavlyuchenkova salvó dos match points cuando sacaba a 5-3 y Krejcikova derrochó otro con una doble falta en el game siguiente.
Pero lo ganó en su siguiente oportunidad y poco después besó la Copa Suzanne Lenglen y la acunó suavemente mientras sonaba el himno nacional checo.