Redacción
Las, Vegas, Nevada
Panamá tendrá bien referenciado el ataque canadiense comandado por Jonathan David y Alphonso Davies el jueves, cuando ambas selecciones se midan por el pase a la final de la Liga de Naciones de la CONCACAF.
Los estelares delanteros marcaron en la goleada de 4-1 que Canadá le propinó al visitante Panamá en el marco de las pasadas eliminatorias mundialistas, un resultado que golpeó duro las aspiraciones de los centroamericanos.
Al final de ese octagonal, Canadá terminó clasificándose como primera a Qatar, seguida por México, Estados Unidos y Costa Rica, que le arrebató el boleto del repechaje al equipo canalero.
Ese revés no se le ha olvidado a los panameños, que con la dirección del mismo técnico —el danés español Thomas Christiansen— vuelven a toparse fuera de casa con la escuadra canadiense, que busca su segunda final en un torneo de selecciones de la zona.
“Lo más fuerte de ellos es la ofensiva”, señaló el mediocampista Adalberto Carrasquilla. “Pero también en la parte defensiva tienen algunos descuidos, así que nosotros intentaremos estar bien parados y buscarles las debilidades a ellos”.
Davis, del Lille francés, y Davies, del Bayern Munich, son las principales cartas de la selección canadiense convocada para el Final Four, de donde saldrá el campeón de la segunda edición de la Liga de Naciones de la CONCACAF. Estados Unidos, monarca reinante, choca contra México el viernes en la otra semifinal.
Buena parte de los titulares panameños que se midieron a los canadienses en esa goleada en octubre del 2021, estarán en el choque del jueves en Las Vegas, excepto el veterano volante Alberto Quintero, quien cumplirá una suspensión por acumulación de tarjetas.
Mientras que Canadá busca disputar su segunda final en un torneo a nivel de selecciones de la CONCACAF después de 23 años —ganó la Copa de Oro de 2000—, Panamá persigue la tercera tras disputar las finales de ese torneo en 2005 y 2013, en ambos casos ganadas por Estados Unidos.
En el cierre del pasado octagonal y ya eliminada, Panamá cerró en casa con una victoria 1-0 sobre Canadá, que ya estaba clasificada, pero la herida quedó abierta.
