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Los Ángeles, California
Cody Bellinger sigue enderezando lo que había sido una campaña gris. Su batazo más reciente levantó del piso a los Dodgers en la Serie de Campeonato de la Liga Nacional.
Bellinger igualó la pizarra mediante un jonrón de tres carreras y Mookie Betts aportó un doblete productor también en el octavo inning, para que Los Ángeles superara el martes 6-5 a los Bravos de Atlanta, quienes vieron reducida a 2-1 su ventaja en la serie.
“Es difícil recordar un hit más grande, por todo lo que estaba en juego”, comentó el manager de los Dodgers, Dave Roberts. “Ahora estoy exhausto”.
Los Dodgers estaban a cinco outs de quedar en una desventaja de 3-0 cuando Bellinger abanicó dos lanzamientos por el centro del plato, poniendo una rodilla en tierra.
“Los lanzamientos llegaban muy rápido, y había que lidiar con algunas sombras. Pero de pronto vi bien una pelota y traté de conectarla”, relató Bellinger.
Encontró un lanzamiento de Luke Jackson, con dos strikes, y envió la pelota al pabellón del jardín derecho.
“Lo triste es que yo volvería a hacer lo mismo”, dijo Jackson. “Traté de lanzar una recta alta y afuera. En realidad la lancé mejor de lo que pensé. Cuando salió de mi mano pensé: ‘¡Oh, no, será una bola, es muy alta!’. Pero no. Él es un buen jugador que hizo un swing notable”.
Ello desató la fiesta entre los espectadores, que comenzaron a agitar toallas para alentar a su equipo. Algunos se habían marchado poco antes, cuando Los Ángeles perdía por 5-2.
Chris Taylor bateó un sencillo, se robó la intermedia y avanzó a tercera con un roletazo en el que fue retirado el emergente Matt Beaty. Betts vino a continuación con un doble frente a Jesse Chávez, entre el jardín derecho y el central.
El cuarto juego se realizará este miércoles, también en el Dodger Stadium.
Bellinger, el Jugador Más Valioso de la Nacional en 2019, tuvo un promedio de apenas .165 en este año, con un embasado de .240 y 94 ponches en 315 turnos. La semana anterior comenzó a despertar con un sencillo que rompió el empate ante los Gigantes.
“Es un nuevo comienzo”, dijo Bellinger acerca de la postemporada. “Al menos para mí, es un nuevo comienzo en este año. Saben que tuve una difícil temporada regular, pero me sentí bien al final y simplemente trataré de continuar así”.
Ante un público delirante en el noveno episodio, Kenley Jansen ponchó a sus tres rivales para obtener el salvamento. Fue el noveno pitcher empleado por los Dodgers, quienes utilizaron a 15 en los primeros dos duelos.
Luego de quedar tendidos en el terreno durante los dos primeros juegos en Atlanta, los Dodgers volvieron a casa, donde han dominado a los Bravos en años recientes y donde ostentaron la mejor foja de un local durante la campaña de las Grandes Ligas, con 58-23.
Los Bravos no han ganado en el Dodger Stadium desde el 8 de junio de 2018. Parecía que cortarían esa racha, luego de que tomaron una ventaja de 5-2 en el quinto episodio.
Pero los Dodgers, que acumularon 106 victorias en la temporada regular, protagonizaron otra remontada en los últimos innings, tal como lo han hecho a menudo durante estos playoffs.
Vencieron así a San Luis en el juego de comodines. Eliminaron a San Francisco, que había conseguido 107 triunfos, en el quinto juego de la serie divisional, gracias a un sencillo productor de Bellinger en la novena entrada.
El año pasado, Los Ángeles remontó un déficit de 3-1 para doblegar a los Bravos en la Serie de Campeonato.
Atlanta edificó su ventaja con varios sencillos. Acumuló 12 hits.
Freddie Freeman salió del bache, al batear de 4-3 con un boleto y una anotada. En los primeros dos duelos se había ponchado siete veces en ocho turnos.
Por los Bravos, el puertorriqueño Eddie Rosario de 3-1 con una empujada. El panameño Johan Camargo de 1-0. El venezolano Ehire Adrianza de 1-0.
Por los Dodgers, el dominicano Albert Pujols de 1-0.