Redacción
Tokio, Japón
Los Juegos Olímpicos de Tokio comenzarán dentro de cuatro meses y el relevo de la antorcha está recorriendo Japón con 10.000 corredores. Los organizadores dicen que han mitigado los riesgos, pero los expertos en salud no están convencidos.
“Es mejor no realizar los Juegos Olímpicos, dados los riesgos considerables”, dijo el doctor Norio Sugaya, experto en enfermedades infecciosas en el hospital Keiyu en Yokohama, a The Associated Press. “Los riesgos son altos en Japón. Japón es peligroso, no es en absoluto un lugar seguro”.
Sugaya cree que vacunar al 50-70% del público en general debería ser una “condición” para la realización de los Juegos, algo que parece altamente improbable dada la lentitud de la campaña en Japón.
Hasta el momento está vacunado menos del 1% de la población, y todos son profesionales de la salud. Según las previsiones, la mayoría de la población no estará vacunada cuando comiencen los Juegos el 23 de julio.
“Decenas de miles de extranjeros entrarán al país, incluidos los medios de comunicación, en un período de tiempo breve”, dijo Sugaya. “Los retos serán enormes”.
El gobierno japonés y los organizadores locales han dicho que la vacunación no es condición para realizar los Juegos, aunque el Comité Olímpico Internacional exhorta a los 15.400 deportistas olímpicos y paralímpicos a vacunarse antes de viajar.
Japón registra al presente unas 9.000 muertes por causa del COVID-19, mucho menos que otros países, pero Sugaya destaca que la cifra es una de las más altas en Asia.
Los sistemas hospitalarios se acercan al límite de su capacidad, sobre todo en las zonas más afectadas, como Tokio.
Japón no ha impulsado las pruebas PCR, lo cual significa que existen pocos mecanismos preventivos. No ha habido una cuarentena nacional, pero el gobierno ha declarado periódicamente el “estado de emergencia”, con exhortaciones a trabajar desde el hogar y que los restaurantes cierren temprano.
El Toshio Nakagawa, el titular de la Asociación Médica Japonesa, expresó preocupación por lo que llamó un “rebote” de casos de coronavirus y reclamó medidas preventivas.
“Para evitar una cuarta ola, debemos actuar con extrema rapidez”, dijo a la prensa semanas atrás.
Taisuke Nakata y Daisuke Fujii, profesores de economía de la Universidad de Tokio, han confeccionado proyecciones de la propagación del coronavirus al adaptar modelos epidemiológicos pero tomando en cuenta la actividad ecónomica en base al producto interno bruto y datos de movilidad.
Según sus proyecciones, las infecciones diarias en Tokio totalizarán más de 1.000 personas para mayo, con un tope en julio, justo al dar comienzo a los Juegos Olímpicos. Los casos diarios han rozado los 300 en Tokio recientemente.
Dijeron que ello es un escenario “optimista” al asumir que la campaña de vacunación habrá cobrado fuerza para entonces.
El otro escenario posible es que el gobierno declare un estado de emergencia ante un incremento de los casos diarios. Ello significaría que las justas se celebren en medio de una “emergencia”.
Los profesores declinaron comentar si era prudente seguir adelante con los Juegos.
Pese a las advertencias, el gobierno de Japón y el comité organizador sigue determinado en sus planes.
Tokio se gastará 15.400 millones de dólares en los Juegos, según cifras oficiales. Pero varias auditorías del gobierno apuntan a que el costo será el doble. Las entidades del gobierno japonés son responsables por casi todos los costos, excepto 6.700 millones de dólares en un presupuesto operativo financiado privadamente.
El gran propulsor de los Juegos es el Comité Olímpico Internacional, cuyos ingresos dependen en casi un 75% por los derechos de transmisión y precisa que las justas salgan en pantalla.
Los organizadores dicen que pueden organizar unos Juegos “seguros” al mantener a los atletas y demás participantes.
La semana pasada, el COI anunció que reducirá la cantidad de participantes que podrán entrar a Japón, limitando las credenciales a sólo los que tengan “responsabilidades esenciales y operacionales”.
Según ha informado la agencia noticiosa japonesa Kyodo, al citar fuentes no identificadas, unas 90.000 personas ingresarán a Japón desde el exterior. Alrededor de 30.000 serán atletas olímpicos y paraolímpicos, entrenadores, dirigentes y otro personal.
Ello dejaría a 60.000 y Kyodo informó que el plan es tratar de reducir ese número a 30.000, muchos de los cuales serán enviados de medios de prensa.
Además, los organizadores tomaron la decisión de prohibir el ingreso de aficionados provenientes del extranjero.
Sondeos de opinión público reflejan que la mayoría de los japoneses prefieren que los Juegos sean cancelados o un nuevo aplazamiento.
Taro Yamamoto, un exlegislador, afirmó que Japón no está en condiciones de lidiar con tantos visitantes extranjeros.
“Si Japón no ha podido proteger a su propia gente, no puede afirmar que podrá proteger a gente del resto del mundo” durante los Juegos, dijo. “Seguir insistiendo en los Juegos es una locura”.