Redacción
Barcelona, España
Lionel Messi puso fin el viernes a las intensas especulaciones sobre su futuro al decir que permanecerá en el Barcelona un año más, pero solo porque no desea entrar en una batalla judicial con el club por su contrato.
El argentino, seis veces Jugador Mundial del Año, le había dicho al club el mes pasado que quería irse, insistiendo en que una cláusula contractual le permitía hacerlo a través de una transferencia gratuita.
El Barcelona, respaldado por La Liga, ha insistido en que en caso de que Messi se vaya debería pagarse una cláusula de rescisión de 700 millones de euros (824 millones de dólares).
“Me quería ir porque pensaba en vivir feliz mis últimos años de fútbol. Este último no encontré la felicidad dentro del club (…) voy a seguir en el club porque el presidente me dijo que la única manera de marcharme era pagar la cláusula de 700 millones, que eso es imposible, y que luego había otra manera que era ir a juicio”, dijo Messi en entrevista con Goal.com.
“Yo no iría a juicio contra el Barça nunca porque es el club que amo, que me dio todo desde que llegué, es el club de mi vida, tengo hecha aquí mi vida”, añadió el argentino, quien de paso calificó de “desastrosa” a la directiva del club liderada por Josep Maria Bartomeu.
Messi también se refirió a los problemas familiares que provocó su decisión de querer irse del club catalán.
“Cuando le comuniqué esto a mi mujer y mis hijos fue un drama bárbaro. Toda la familia llorando, mis hijos no querían irse de Barcelona, ni querían cambiar de colegio”, sostuvo en la entrevista, en que aseguró que su actitud no va a cambiar porque “soy competitivo y no me gusta perder a nada”.